¡escritores con gorra, uníos!

A este caballo zaragozano (burrito por un día) ya lo conocíamos por Elvira Lozano.

Ahí donde lo ven, este escritor con gorra (porque está de vacaciones), tiene los pies en la tierra aunque parezca que empuñe una espada hasta el parnaso.

Siempre ha dicho que querría bustos y estatuas, con su excelsa figura, en plazas y jardines. Pues ya la tiene en Zaragoza, aunque sea efímera.

¿Qué no lo es?

estaba de paso, y se quedó


Hay tres niños columpiándose. Uno a contrapelo para poder reírse, todavía más, cada vez que se cruza en el aire con sus amigos. Un auténtico disfrutón.

Y ahí está Javi en primer plano, sonriente, subido al burrito. Lleva la cremallera abierta, de lo que parece un monopantalón corto que imagino azul marino. ¿Tenía calor o quería lucir su cadenita con medalla? ¿De qué era la medalla?, ¿de una virgen, de un santo, del Athletic de Bilbao?

Siempre me quedo con cara de tonta, achinando los ojos para ver si en ese instante yo pasaba por allí en segundo o tercer plano. Me quedo con las ganas de haber coincidido, con las ganas de gritar, ¡mira, esa soy yo!, aunque no sirva de nada habernos cruzado aquel día.

Aunque sí me serviría. No sé para qué, pero me serviría.