un pollo y otros seres extraños

Mi madre me llevó a un ama pensando que aburría en casa. En los 60, un ama era una guardería en una casa particular. Los demás niños tendrían 5 ó 6 años, yo tenía 3. Mientras ellos aprendían a sumar, a mí me dijeron que dibujara. Dibujé un pollo.


Cuando mi madre vino a recogerme, la profesora le dijo que yo era poco menos que Picasso. Tan contenta me puse que al día siguiente me lucí un poco más y dibujé una malagueña y unas parejas vestidas para la feria.



A pesar de mi éxito, le dije a mi madre que no quería volver "al colegio", que prefería quedarme dibujando sola en casa. Mi cuarto era el cuarto de estar y tenía chimenea. Por la noche entraban seres de otro planeta. Yo sabía defenderme. Tenía mi ejército de muñecos Dunkin. Los ponía bajo la almohada. El elefante, el león, el oso y el cocodrilo podrían con ellos. La más valiente la tortuga, siempre en primera línea de fuego.